Torres Albarranas
Uno mira a Talavera y ve un despliegue de acontecimientos preciosos, desde la baja edad media es una ciudad de realengo, con impronta arzobispal… con esos obispos que se manejaban igual de capaces en la política que con la espada.
Destaca su relación con Ávila, Toledo, Plasencia y Cáceres, creando una malla de núcleos históricos visitables y de turismo floreciente que oscureciendo Talavera pierden conexión y que necesitan de Talavera para entenderse.
Con Toledo se refleja en las actuaciones del arzobispado y sus arquitectos, rediseñando la Plaza del Pan a modo de una Piazza Navona, como un circo renacentista con una composición de monumentos estabilizada.
El mudéjar ofrece una colección única de ingredientes con significado muy especial en el espacio urbano y cultural: los dos Santiagos, “Santiaguito” y “el Nuevo”; San Miguel que está siendo rescatado; la excavación de la alcazaba, considerado el mayor yacimiento arqueológico urbano de toda Castilla la Mancha.
La impronta barroca de la obra de Fray Lorenzo de San Nicolás está visible en la reforma de la ermita del Prado, San Agustín, las Bernardas, el Alfar, …
La tradición trasciende lo monumental por la variedad de herencia respecto al patrimonio.
El aspecto arqueológico aporta un panorama que merece la pena visitar, desde que se puso en marcha un plan hace 20 años, se han realizado más de 200 excavaciones, con gran paciencia por parte de vecinos, destacando entre los museizados los basamentos de templos romanos descubiertos en el antiguo Hospital de la Misericordia hoy Centro Cultural Rafael Morales y varios antiguos lagares romanos entre los privados.
Consta la ciudad de tres recintos amurallados que, aun habiendo desaparecido el exterior, conservan sus vías de acceso y que, gracias a una recuperación sistemática, nos permite apreciar su excepcional arquitectura defensiva, de primer orden en España, con un despliegue único de torres albarranas y un callejón de la barbacana cuyos restos, que van de la edad media al siglo XIX, guardan secretos todavía por desvelar.
En definitiva, una ciudad que sorprende, camino de recuperar en unos años el lugar que le corresponde en cuanto a patrimonio mayor se refiere, una vez se hayan disuelto los impactos de la época negra de los años 50 a 80 y recuperado ese aspecto de ciudad histórica que en palabras de Jesús Carrobles director de la Real Academia de Bellas Artes de Toledo la convierte en firme candidata a ser declarada la tercera ciudad patrimonio de la humanidad de la región.
Santiago Rodríguez Gimeno. Urbanista.